Camino de los 7 Lagos: Tour panorámico desde San Martín de los Andes

El Camino de los 7 Lagos es uno de los recorridos más emblemáticos y bellos que ofrece la Patagonia argentina, un trayecto lleno de sorpresas naturales y vistas panorámicas que quedan en la memoria de quienes lo emprenden. Desde el corazón de San Martín de los Andes, este tour permite adentrarse en un escenario donde la naturaleza despliega toda su magnificencia, rodeando a los viajeros con lagos de aguas cristalinas, bosques milenarios y montañas que parecen tocar el cielo.
Este recorrido no solo es conocido por su belleza, sino también por su variedad de actividades y lugares de interés que lo transforman en una experiencia única. La ruta, que se extiende por más de 100 kilómetros, atraviesa parques nacionales y pequeños pueblos que conservan aún la esencia de un territorio salvaje y puro. La sensación de viajar por caminos rodeados de naturaleza intacta y de detenerse en miradores con vistas privilegiadas hace que cada momento sea especial, y es por eso que muchos consideran este tour como una de las actividades imprescindibles al visitar la Patagonia.
Lo que hace que esta travesía sea especialmente atractiva es su variedad de paisajes y ambientes, que cambian constantemente a medida que avanzamos. Desde bosques frondosos cubiertos de musgos hasta lagos de aguas azules que reflejan las nubes, cada rincón del Camino de los 7 Lagos invita a la contemplación y a la conexión con la naturaleza en su estado más puro. Sin duda, recorrer esta ruta significa sumergirse en un mundo de belleza natural que cautiva y emociona a cada paso.
- El inicio en San Martín de los Andes
- Los lagos emblemáticos del recorrido: Machónico, Falkner y Villarino
- La belleza de los lagos Escondido, Correntoso y Espejo
- La llegada a Villa La Angostura y su encanto local
- La exploración en Puerto Manzano y las actividades en el lago
- Paseo por los barrios residenciales y vistas finales
- Conclusión
El inicio en San Martín de los Andes
El día comienza en San Martín de los Andes, uno de los destinos turísticos más destacados de la Patagonia, conocido por su hermoso lago y su pintoresco centro urbano. La mayoría de los tours parten en la mañana, generalmente alrededor de las 9:00 horas, después de la recogida en los hoteles del centro de la ciudad. Desde ese momento, la emoción y expectativa por descubrir el Camino de los 7 Lagos comienzan a crecer.
Al salir de la ciudad, el paisaje empieza a cambiar. Las calles pavimentadas dejan paso a caminos de tierra y grava que serpentean entre bosques y praderas. La sensación de estar adentrándose en un entorno virgen y remoto se hace palpable, y cada vista que da hacia los lagos y montañas deja sin aliento a los viajeros. Durante el trayecto, el guía comparte detalles históricos, culturales y geográficos que enriquecen aún más la experiencia, ayudando a comprender la importancia ecológica y natural de la zona.
Este itinerario, además, brinda varias oportunidades para realizar paradas y tomar fotografías en miradores estratégicos, donde la vista panorámica se extiende hasta donde alcanza la vista. Los viajeros pueden detenerse para admirar la belleza de los lagos, rodeados de bosques y montañas nevadas, y respirar profundamente el aire puro de la Patagonia. Es un momento en el que la naturaleza parece detenerse para mostrar toda su magia, y uno no puede evitar sentirse pequeño ante semejante despliegue de paisajes.
Los lagos emblemáticos del recorrido: Machónico, Falkner y Villarino
Uno de los puntos altos del Camino de los 7 Lagos son, sin dudas, los lagos que adornan el recorrido, cada uno con características que los hacen únicos. El primero en el camino suele ser el Lago Machónico, conocido por su color intenso y su entorno selvático. A medida que se aproxima, el tono del agua y el reflejo de los árboles cercanos generan imágenes que parecen sacadas de un cuento de hadas. Las frecuentes paradas permiten a los visitantes apreciar su belleza en calma, dejando que la vista y el silencio sean los protagonistas.
Continuando la ruta, se llega al Lago Falkner, rodeado de bosques y con un ambiente más tranquilo y menos concurrido. Destaca por su agua cristalina y su cercanía a senderos que invitan a un paseo introspectivo. La serenidad que se respira en este lugar es perfecta para desconectarse del ritmo urbano y conectar con la naturaleza. En este punto, el guía suele recomendar a los turistas que aprovechen para descansar, tomar fotografías o simplemente escuchar el suave sonido del agua y el viento en los árboles.
El Lago Villarino continúa el recorrido con sus aguas en calma, enmarcadas por un paisaje de bosques tupidos y montañas que parecen vigilar desde la distancia. La magia de estos lagos radica en su capacidad de ofrecer panorámicas impresionantes en cualquier estación del año, reflejando cambios de colores y atmosferas que enriquecen aún más la experiencia. Después de estos paraderos, el recorrido sigue adelante hacia otros lagos que completan la lista de los siete, cada uno con su propia personalidad y encanto.
La belleza de los lagos Escondido, Correntoso y Espejo

Al avanzar en el Camino de los 7 Lagos, la vista se desplaza hacia otros lagos que parecen salidos de una postal. El Lago Escondido, por ejemplo, es uno de los preferidos por su carácter misterioso y su entorno selvático. Rodeado de bosques cerrados, su existencia parece estar reservada a aquellos que buscan paz y desconexión en medio de la naturaleza. La tranquilidad que se respira en sus orillas invita a la reflexión y al silencio, donde solo el trino de los pájaros rompe la paz del paisaje.
Por otra parte, el Lago Correntoso, famoso por ser uno de los más largos de la región, destaca por sus aguas turquesas y su amplia extensión. Situado cerca de Villa La Angostura, es un lugar perfecto para actividades como la pesca, paseos en kayak o simplemente relajarse en la playa. El Correntoso también es conocido por sus leyendas y su historia ligada a los tiempos de exploración y colonización de la Patagonia.
El Lago Espejo, cercano a la zona urbana de Villa La Angostura, fascina por su superficie perfectamente lisa que actúa como un espejo gigante reflejando las cumbres nevadas y el cielo. La escena, de una postal casi perfecta, cautiva tanto a visitantes como a fotógrafos profesionales. La sensación de estar rodeado de un paisaje tan imponente y, a la vez, pacífico, hace que cada visita a este lago sea inolvidable y una parada obligatoria en el Camino de los 7 Lagos.
La llegada a Villa La Angostura y su encanto local
Tras recorrer una parte importante del Camino de los 7 Lagos, el camino conduce hasta Villa La Angostura, un encantador pueblo bañado por el lago Nahuel Huapi. Este pequeño municipio, famoso por sus jardines y bosques bien cuidados, ofrece un contraste pintoresco con la naturaleza salvaje que caracteriza el resto del recorrido. Aquí, los visitantes encuentran un ambiente más urbano, con calles acogedoras, tiendas de artesanías y restaurantes que sirven especialidades patagónicas.
Al llegar a Villa La Angostura, las sensaciones se mezclan: por un lado, la alegría de haber atravesado todos los lagos y disfrutado de su belleza, y por otro, la posibilidad de descansar y explorar sus calles encantadoras. Es un buen momento para almorzar en alguno de sus restaurantes, degustar platos típicos como el cordero patagónico o las truchas del río, y descansar antes de continuar con la segunda parte del recorrido. La hospitalidad de los locales y el ambiente acogedor hacen que la visita a Villa La Angostura sea aún más especial.
Desde esta localidad, el viaje continúa hacia otros bellos lugares como Puerto Manzano y los barrios residenciales a orillas de los lagos, donde el entorno urbano se mezcla con la naturaleza, creando un escenario único. Las vistas del agua y las montañas desde estos puntos ofrecen una última oportunidad para apreciar la majestuosidad de la región antes de regresar a San Martín de los Andes. Sin duda, esta etapa del recorrido deja una impresión profunda en quienes sienten pasión por el paisaje y la cultura patagónica.
La exploración en Puerto Manzano y las actividades en el lago

Luego de un recorrido por Villa La Angostura, el tour continúa hacia Puerto Manzano, un espacio privilegiado en la orilla del lago Nahuel Huapi. Este lugar es característico por su entorno natural, que combina lagos, ríos y montañas, formando un conjunto perfecto para quienes disfrutan de actividades al aire libre. La belleza escénica de Puerto Manzano radica en la integración armónica entre el agua y los bosques que lo rodean, creando un ambiente ideal para practicar deportes como el kayak, la pesca o simplemente pasear en la orilla.
Aquí, el visitante tiene la oportunidad de desconectar aún más, sumergiéndose en el entorno lacustre y disfrutando de la tranquilidad que se respira en cada rincón. Los centros de alquiler de embarcaciones ofrecen la opción de explorar el lago con mayor profundidad, permitiendo a los turistas sumergirse en la belleza del paisaje desde el agua. Asimismo, en las zonas cercanas se pueden realizar senderismo y avistamiento de fauna, ya que el área es un santuario para numerosas especies animales y vegetales típicas de la Patagonia.
Es importante destacar que Puerto Manzano también es un lugar con mucha historia y cultura, ya que en sus alrededores se conservan vestigios de antiguas comunidades mapuches y colonizadores europeos. La interacción entre historia y naturaleza en este punto hace que la visita sea doblemente enriquecedora, prolongando la sensación de estar en un rincón de la Patagonia donde el tiempo parece detenerse. Para los viajeros interesados en la cultura local, en esta zona se encuentran cabañas y alojamientos con un estilo tradicional que transmiten la calidez y hospitalidad patagónica.
Paseo por los barrios residenciales y vistas finales
Al finalizar en Puerto Manzano, el recorrido se dirige hacia los barrios residenciales cercanos a los lagos, que ofrecen un paisaje de ensueño con casas de madera y jardines llenos de flores que bordean el agua. Este paseo permite apreciar la vida cotidiana en la Patagonia, donde la tranquilidad y el contacto con la naturaleza son parte del día a día. Desde estos barrios, los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas de los lagos Correntoso y Nahuel Huapi, que parecen extenderse sin fin bajo un cielo que mezcla nubes y claros, creando un escenario de cuento.
Las vistas desde los miradores de estos barrios ofrecen un cierre perfecto para la jornada, permitiendo que los viajeros reflexionen sobre la belleza que han experimentado y que compartan con amigos y familiares las mejores imágenes del día. La sensación de haber transitado un camino lleno de paisajes diversos y contrastantes se vuelve aún más profunda cuando se contempla el atardecer sobre las montañas y los lagos. Estos momentos, impregnados de paz y gratitud, encapsulan la magia del Camino de los 7 Lagos.
Al regresar a San Martín de los Andes, aproximadamente a las 18:00 horas, los recuerdos de los paisajes, los lagos y los bosques permanecen en la memoria como un testimonio de la impresionante riqueza natural de la Patagonia. Este tour no solo cumple con la promesa de vistas panorámicas y naturaleza salvaje, sino que también deja una huella emocional en quienes valoran la belleza y la tranquilidad que solo un viaje por estos lares puede ofrecer. En definitiva, recorrer el Camino de los 7 Lagos es una experiencia que trasciende lo visual, tocando el alma con cada paisaje y cada momento compartido en medio de la Patagonia profunda.
Conclusión
El Camino de los 7 Lagos representa mucho más que un simple recorrido turístico; es una invitación a conectar con uno de los entornos naturales más impresionantes de Argentina. Desde sus lagos de aguas cristalinas hasta sus bosques ancestrales y montañas imponentes, cada tramo del camino revela una faceta distinta de la Patagonia, haciendo que cada visitante quede maravillado y con ganas de volver. La combinación de paisajes, historia y cultura enriquece la experiencia, transformando un simple tour en una aventura memorable.
Este viaje panorámico desde San Martín de los Andes es perfecto para quienes desean escapar del ruido y la rutina, sumergiéndose en la belleza pura y salvaje de la naturaleza patagónica. La sensación de recorrer caminos rodeados de historia, leyendas y paisajes que parecen de otro mundo hace que cada momento valga la pena. Sin duda, el Camino de los 7 Lagos deja huellas imborrables en el alma de quienes lo emprenden, ofreciendo una visión privilegiada de una Patagonia que enamora y cautiva en cada detalle.
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